Todo iba bien para la vida de Paul Gierucki, un historiador del cine o cinéfilo, quien como acostumbra desde hace mucho tiempo, colecciona películas o cintas para analizarlas o estudiarlas. Lo particular de ésto, es que en las típicas compras de Paul, fue una feria común de Michigan, en donde se llevaría una grata e impresionante sorpresa.
Según explica el mismo Paul, al asistir a dicha feria, compró una serie de películas antiguas, todas éstas con la marca “Keystone” (Un estudio de cine que ya no ejerce como tal, pero que tuvo dentro de sus filas, actores de renombre internacional), las cuales por razones obvias, parecían ser una más de las tantas de Kaystone. Gracias a la curiosidad de Paul, decidió luego de un tiempo revisar dichas cintas, pero la sorpresa fue increíblemente grata, cuando al colocar la cinta y ver de que trataba, el protagonista era nada más y nada menos que el genio de la comicidad, el inglés Charlie Chaplin, quien si bien es cierto no ocupaba el rol principal, era una película prácticamente inédita, ya que ni siquiera se encuentra en la filmografía del conocido actor.
Dicha cinta lleva por nombre “A thief catcher”, lo que al español sería algo así como “Un atrapador de ladrones”, y tiene una duración de sólo 10 minutos. Según el historiador, sería una de las primeras películas que habría hecho el cómico para Keystone. Charlie Chaplin, aparece en la cinta en cuestión, vistiendo un atuendo policial, y poseía la típica porra como arma.